Sindicatos en dura línea de combate, a muerte, acusando al alcalde socialista de tiránicas prácticas de ordeno y mando y de ninguneo de los derechos laborales de los agentes de la Policía Local y la petición añadida de los mismos de dimisión del concejal de Seguridad.
Y, para más inri, hasta el propio presidente de la Junta de Personal del ayuntamiento y Secretario Regional de la Federación de Servicios Públicos de la UGT, Antonio Martínez Peñaranda, alertando de la intención del alcalde socialista de "crear una red clientelar y una administración paralela que sirva a los propios intereses del primer edil y de algún concejal usando los derechos del personal como moneda de cambio, un juego sucio…".
El dirigente ugetista califica además de "desastrosa" la gestión del ayuntamiento torreño en materia de personal donde, afirma Peñaranda, "se incumplen acuerdos y planes de empleo por razones partidistas e intereses particulares".
Esto tiene mal cariz.
De juzgado de guardia.