La heroicidad es un baremo que define la salud y altura moral de una sociedad ante crueles desafíos como el de la pandemia que estamos sufriendo. Y con todas las letras, hoy ser héroe es darlo todo por sacar a flote a quien está padeciendo de lleno los lacerantes efectos del coronavirus. Personas con vocación cuyo cometido sería traducido en este contexto como servicio a los demás, como entrega al necesitado.
Son, llamémoslo con propiedad, la vanguardia, gente echada "palante" haciendo labor de urgencia en primera línea de fuego, en las trincheras de la zona 0 de esta plaga.
Son adalides de causas más perentorias que nunca, referentes a modo de vivo ejemplo de, como decía el sabio, "una Humanidad digna de ser defendida".
Con ese espíritu de movilización constante, con esa filosofía humanista de no dejar a nadie por el camino, con una experiencia más que sobrada de 123 años a nivel mundial, los hombres y mujeres de Cáritas son parte destacada de ese nervio de la sociedad civil que se juega la salud y hasta la vida por hacer el Bien con mayúsculas, mano tendida al prójimo, al semejante, al vecino, al ciudadano de a pie. Es, en suma, el valor de la persona llevado a su máxima expresión.
Aguante a carta cabal y lo digo con conocimiento de causa y percepción de cercanía porque con la gente de Cáritas este mundo va a tener siempre una deuda de gratitud.
Parafraseando al recordado Luis Eduardo Aute, "vivir, más que un derecho, es el deber de no claudicar". Y los héroes anónimos pero visibles en su inconmensurable faena de Cáritas, héroes sin medalla, alejados de alardes, resisten porque para ellos el valor no tiene precio, posee dignidad y anhelo por una sociedad mejor.
Bregáis en pos de un compromiso al 200% con los que más lo necesitan.
Que estas líneas sirvan para manifestaros con admiración y apoyo lo mucho que hacéis porque os crecéis en la dificultad y paradigma de lo que calificaríamos como héroes es el conjunto humano, de amigos y vecinos que integran Cáritas en Las Torres de Cotillas.
En la vorágine del coronavirus rampante en estas aciagas jornadas de confinamiento forzoso de cuarentena, con el apoyo de empresas y establecimientos comerciales de nuestra tierra, con el inmenso empuje de la Agrupación de Voluntarios de Protección Civil del municipio, con la colaboración de instituciones oficiales y sociales, lleváis la esperanza a cerca de doscientas familias necesitadas de Las Torres de Cotillas con un reparto de vida, distribuyéndoles a domicilio avituallamientos no perecederos procedentes de Cruz Roja y Banco de Alimentos del Segura.
La más rendida ovación a Cáritas Parroquial de Las Torres de Cotillas. Héroes de corazón.
Juan José Ruiz Moñino.