Hablar de poesía en Las Torres de Cotillas es hablar de Salvador Sandoval sobre todo, uno de los referentes de la literatura murciana contemporánea que este 22 de enero, -considerado por el propio escritor como uno de los días más felices de su vida-, cumple noventa y dos años en plenitud existencial y creadora.
La lírica de este docente de vocación, a la sazón Hijo Predilecto de su villa natal y Presidente-fundador en la misma de la entidad que echara a andar allá por el 18 de octubre de 2003, la Asociación Literaria "Las Torres", es una exaltación de la Naturaleza, una apoteosis de sol y luz como constelación de elementos, como ingredientes de los que se sirve el vate para ofrecer al lector la dimensión del hombre, del sentido de la vida por medio de un mensaje solidario, social, humanista, en una palabra.
Y es que Salvador Sandoval es todo un ejemplo de maestría, de sutilezas, de virtuosismo, de lenguaje fino y sensible, de estilo limpio y hábil, de filosofía, de vena espiritual, de hondura destilada con los pálpitos del alma y la fuerza vehemente del noble corazón que habita en el ser del escritor torreño.
La obra del insigne poeta, reconocida, por ejemplo, en un nutrido plantel de galardones cosechados en certámenes literarios a lo largo y ancho de la geografía española, se caracteriza por su nitidez expresiva, rezumando realismo fragante, verbo firme, pulso objetivo,... Poesía, la de Salvador Sandoval, que es escaparate de la vida, "materia frondosa y cordial, encendida, horaciana, curativa, dócil, de claridad infinita, entrañable y desbordante" que definiera otro preclaro creador murciano como es Francisco Sánchez Bautista.
Salvador observa en silencio la realidad cotidiana con esa visión personal y penetrante de quien vibra con aspectos que pasan inadvertidos al resto de los mortales. En los versos de Sandoval proliferan en correcta proporción la imaginación, la lucidez, la sensibilidad a raudales,... Es poesía mediterránea hasta la médula, llena de color, luminosidad, diafanidad de sensaciones, preciosismo en universo de lugares, entornos, de paisajes cantados y narrados en estrofas de calidez y fuerza a la par.
Caminos, pueblos, hombres, huellas, sol de refulgencia rabiosa, pasión por su tierra, homenaje al predio, raigambre o esa fonética del agua sugerente, sugestiva y ligada a nuestra identidad marcando y condicionando a las gentes que habitan esta Región, su fisonomía, su espíritu, ese amor telúrico en sí,..., todos ellos pregonan un caleidoscopio de sonidos, de inquietudes estéticas, de visiones, de escenarios con los que Salvador Sandoval reivindica, verbaliza la belleza de la poesía en esa mirada serena de la vida en conjunto.
El escritor torreño no se ciñe a ningún movimiento poético concreto porque Sandoval es quien marca el rumbo de su propia obra. Los que poseemos el privilegio de tener en nuestras manos sus obras podemos afirmar que esas creaciones en verso precisan leerse en horizontal, sin puntos ni comas, para que sea el lector quien marque la pauta de la lectura y se estremezca con esas palabras repletas de contenido que suenan nuevas una y otra vez. Podemos decir que Salvador Sandoval ya se ha convertido, por derecho propio, en un autor inmortal, consagrado y su producción literaria es un auténtico lujo para los amantes de la poesía.
! Feliz 92 cumpleaños, maestro!
Juan José Ruiz Moñino