La Semana Santa torreña ha concluido hoy, 24 de abril, con el esperado Domingo de Resurrección, día de celebración y alegría. Una jornada para la que los habitantes del municipio han madrugado para asistir a primera hora a la eucaristía que se ha celebrado en la parroquia de Nuestra Señora de la Salceda, preámbulo de la procesión del Resucitado. Un colorido desfile que –como es tradición- ha comenzado en la puerta de la parroquia con el fervoroso encuentro de las imágenes de la Virgen con el Cristo Resucitado, emotivo momento que ha dado paso a la tradicional procesión por las calles del municipio.
Un desfile en el que han participado todas las Cofradías torreñas, portando los pasos del Cristo Resucitado, San Miguel Arcángel, San Juan Evangelista, Discípulos de Emaús, la Aparición a María Magdalena, la Aparición a Santo Tomás, la Virgen de la Victoria (nueva imagen de la Cofradía de la Virgen de los Dolores) y la Ascensión.
De procesiones y nazarenos
Hasta ahora la Semana Santa de Las Torres de Cotillas ha disfrutado de muchos de sus tradicionales actos, como la tradicional procesión de la Virgen de los Dolores que llenó de blanco y azul el municipio torreño la noche del pasado 15 de abril, Viernes de Dolores. O la "Tamborada Torreña", que tuvo lugar el pasado sábado 16 de abril hasta altas horas de la madrugadas. En ella, los participantes se reuniron en la plaza del Ayuntamiento local, donde comenzaron su peculiar concierto y desde donde recorrieron las principales calles del municipio.
Además, el Domingo de Ramos, 17 de abril, contó con una animada mañana. Se trasladó la imagen de Jesús en su entrada triunfal en Jerusalén desde la parroquia hasta la Ermita de la Cruz, se bendijeron las palmas y ramas de olivo, y se celebró una procesión a cuyo fin en la Parroquia de Nuestra Señora de la Salceda se ofició una eucaristía. Además, el barrio de Los Pulpites también fue protagonista, ya que se procedió a la bendición de las palmas y ramas de olivo en el colegio "Divino Maestro" a media mañana, para después salir en procesión hasta la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de Los Pulpites, donde se celebró una misa.
El 19 de abril, Martes Santo, se celebró en Las Torres de Cotillas una de las citas más conmovedora de la Semana Santa local: la procesión del Jesús Cautivo y Nuestra Señora de la Esperanza Macarena. Los nazarenos salieron desde la parroquia de Nuestra Señora de la Salceda en un desfile por las calles del municipio protagonizada por el verde, el lila y el blanco, y rematada con uno de los momentos grandes estas festividades religiosas en el municipio torreño: el emotivo, fervoroso y multitudinario encuentro a las puertas de la iglesia de las bellas imágenes protagonistas de este desfile.
Pasos y fervor
Por su parte, el tradicional Miércoles Santo tiñó el pasado 20 de abril su noche de seriedad, recogimiento y sobriedad, ya que las calles torreñas acogieron la conocida procesión del Silencio. En ella, los nazarenos de la Cofradía del Santísimo Cristo Crucificado –con sus negras túnicas- desfilaron desde la parroquia de Nuestra Señora de la Salceda haciendo el recorrido habitual de las procesiones torreñas (salida de la Iglesia, calle Fernández Jara, calle Reyes Católicos, calle Campo, calle Mula, calle Mayor y de vuelta al templo).
Al día siguiente, el Jueves Santo los actos comenzaron por la tarde con la celebración de la misa de la Cena del Señor en las dos parroquias. Ya por la noche fue el turno de la Hora Santa en la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Los Pulpites, mientras que más tarde tuvo lugar en la de Nuestra Señora de la Salceda.
Por su parte, la procesión del Calvario por las calles del municipio inauguró el Viernes Santo, 22 de abril, un desfile que como es tradición fue abierto por los romanos que dieron paso a los tronos de Nuestra Señora de la Piedad, San Pedro, Cristo de la Flagelación, Nuestro Padre Jesús Nazareno, la Verónica y Cristo de la Caída, Santísimo Cristo Crucificado, San Juan y Nuestra Señora de los Dolores. Ya por la tarde la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de los Pulpites acogió la celebración de la Pasión y Muerte del Señor, acto que se celebró un poco más tarde en la parroquia de Nuestra Señora la Salceda.
Y fue la solemne procesión del Santo Entierro de Cristo la que cerró la jornada del Viernes Santo, desfile protagonizado por el Yacente -de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno- y en el que procesionaron los tronos de Nuestra Señora de la Piedad, Santa Cruz con el Sudario, María Magdalena, San Pedro, Cristo Yacente (''La Cama''), San Juan y Nuestra Señora de la Soledad.