El alcalde torreño destaca que estará principalmente diseñada para recoger los residuos de Las Torres de Cotillas y que el desarrollo económico que producirá redundará en una batería de beneficios directos para la ciudadanía
Está en proceso de estudio el proyecto de instalación de una planta de biometano en Las Torres de Cotillas, que se ubicará en la nueva zona industrial junto a la autovía del Noroeste y con acceso a la RM-B37, con una superficie cercana alos55.000m2. "Esta planta, que transformará residuos orgánicos en energía, será beneficiosa para nuestro municipio. Se trata de una planta de biometano, no de biogás, una instalación industrial con un tratamiento cerrado sin olor. No se trata de un vertedero como algunos dicen", señala el alcalde torreño, Pedro José Noguera.
El alcalde torreño ha querido salir al paso de los bulos y falsos rumores sin fundamento que están preocupando a la población. "La nueva planta no producirá olores. Pero no solo eso, sino que adoptamos el firme compromiso de eliminar el 80% de los existentes en la actualidad", destaca Noguera, que recuerda que esta planta comenzó su tramitación en 2022 con el visto bueno de la anterior Corporación municipal.
Para residuos locales
Esta planta estará principalmente diseñada para recoger los residuos que se producen en Las Torres de Cotillas. De hecho, con los residuos que se generan en el municipio esta planta llegará a más del 90% de su capacidad de trabajo. "Su objetivo principal no será recibir los residuos del resto de la Región, los nuestros casi coparán su labor, pero si llegan de otros puntos serán mínimos", informa el regidor.
Además, la circulación de camiones por la localidad desde o hacia la planta no se podrá realizar por el casco urbano y estos llegarán por la RM-15. "Asimismo, nuestros vecinos pueden tener por seguro que esta planta no conllevará la instalación de nuevas granjas de animales en el pueblo y que los puestos directos de trabajo que se crearán serán para los torreños", señala Noguera, que apunta que el desarrollo económico que producirá este proyecto redundará en una batería de beneficios directos para la ciudadanía en la que se está trabajando.
Impacto medioambiental positivo
Esta planta de última generación, completamente cerrada y hermética, permitirá gestionar hasta 145.000 toneladas anuales de biorresiduos, generando más de 65 gigavatios de energía renovable al año. Tendrá un impacto positivo tanto en el medio ambiente como en la economía local, evitando la emisión de más de 20.000 toneladas de CO2 al año y generando empleo de calidad directo e indirecto para cientos de torreños.
Este modelo de planta no solo es una solución a los retos actuales de gestión de residuos, sino que también será un ejemplo de economía circular. Transformará los residuos orgánicos del sector primario de Las Torres de Cotillas en gas renovable, reduciendo la dependencia del gas natural y produciendo fertilizantes orgánicos para el uso agrícola, en línea con los principios de sostenibilidad.
Por último, el alcalde torreño señala que este proyecto solo se llevará a cabo con el visto bueno de Europa, del Gobierno de España, del Gobierno de la Región de Murcia y de los técnicos de las administraciones públicas. "Y, por supuesto, con el de los vecinos y vecinas de Las Torres de Cotillas. Porque desde el Ayuntamiento estamos a disposición de nuestros vecinos, con los que vamos a tener todas las reuniones que hagan falta para explicar y valorar el proyecto", resalta.
Las Torres Circular
Esta iniciativa se enmarca en "Las Torres Circular", una estrategia para fomentar la economía circular en el municipio en la que el Gobierno municipal trabaja en colaboración con los técnicos del Ayuntamiento. "Esta iniciativa busca posicionar al municipio como referente en sostenibilidad y energía renovable, con beneficios tangibles para la salud, el bienestar y la economía de sus ciudadanos", explica Noguera.
La Unión Europea considera la producción de biometano como una de las mejores soluciones para la gestión de residuos orgánicos. Unas instalaciones que transforman los biorresiduos del sector primario en un gas renovable y en fertilizantes orgánicos que pueden retornar al campo de forma sostenible.