"La conservación y difusión de un patrimonio de generaciones", por Juan José Ruiz Moñino

Entre los atractivos de toda ciudad, de cualquier pueblo con solera, sobresale su patrimonio histórico y monumental, un acervo de siglos que ha moldeado su idiosincrasia, carácter y aspecto físico y que es resultado de la personalidad de las generaciones de gentes que la han ido habitando a lo largo de la Historia.

Es un significativo legado, pieza fundamental de la memoria colectiva, que no sólo tenemos la obligación de transmitir en las mejores condiciones a las jóvenes generaciones sino también de potenciar como un instrumento de dinamización turística y, por ende, de gran importancia para la creación de tejido productivo, inversor y de creación de empleo en el ámbito urbano.

Desde esa estrategia, que va más allá de diagnósticos y búsqueda de culpables, administraciones públicas tan desplegadas en la geografía española como son los ayuntamientos, deben trabajar en positivo y atendiendo a objetivos tales como la proyección, divulgación y promoción a todos los niveles de esa riqueza patrimonial participando de una primera puesta en valor que pasaría por su rehabilitación. Es una labor que sobrepasa la esfera municipal porque todo patrimonio es un bien general, de interés común, y tanto a ciudadanos como a la Administración competen su defensa, preservación y protección. Y muy difícilmente se podría valorar algo si no se sabe cuál es o ha sido su importancia. Y para conjurar ese hándicap, el éxito de toda conservación y gestión patrimonial no debe soslayar las actuaciones divulgativas y formativas, las emprendidas desde el conocimiento. En esta línea el Consistorio de mi localidad de residencia, Las Torres de Cotillas, junto con una institución de renombre como es el Cabildo Superior de Cofradías, impulsó hace cinco años la implantación de una Exposición Permanente de la Semana Santa, una iniciativa que, desde los organismos municipales y autonómicos debería tener continuidad en otro proyecto igual de ambicioso como pudiera ser la creación, con la colaboración también de entidades culturales, sociales y de similar índole, de un Museo Arqueológico y Etnográfico de amplia perspectiva y solvencia, que podría aglutinar además un Archivo Histórico y Fotográfico, Hemeroteca Digital,...

Y ello es porque municipios como el de Las Torres de Cotillas tienen la suerte de gozar de un nutrido patrimonio que conviene difundir y proteger, una riqueza que tenemos derecho a disfrutar y capaz de generar por sí misma incluso desarrollo económico, turístico y puestos de trabajo. Una realidad a potenciar en todo momento y lugar y prioritaria en las tareas de gobierno local. No podía ser menos.

Juan José Ruiz Moñino 

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