La Hermandad de Nuestra Señora de la Salceda de Las Torres de Cotillas: veinte años de grandiosa devoción de un pueblo fiel.

A lo largo de los casi dos siglos y medio de los que se tiene constancia del patronazgo de esta advocación mariana sobre la feligresía torreña no han sido pocas las manifestaciones de carácter cultural, festero, religioso e incluso lúdico y social a las que la Virgen de la Salceda ha dado sello de pueblo, de comunidad humana de destino compartido en la ilusión de progresar y en la fe interior a la par que colectiva como faro de luz que proyecta un horizonte de mañana mejor para sus hijos.

La expresión de esa adhesión espiritual, inquebrantable que la Salceda, a la sazón Alcaldesa Honoraria desde hace más de una decada, concita en el grueso del vecindario de Las Torres de Cotillas se canaliza a través de la Hermandad homónima que en 1999, bajo la tutela del entonces párroco Antonio Salvador Pérez Vicente, puso en marcha un amplio conjunto de vecinos, contados por centenares y encabezados desde sus inicios como colectivo dinámico por su presidenta Clementina Vicente Sarabia arropada por una también incansable Junta Directiva integrada por Isabel Fernández Gil, Rosario Fernández Fernández, Caridad Fernández Oliva, Carmen Bermúdez Molina, Remedios Payá Abad, Rosario Verdú Lozano, Fuensanta Baño Pérez, Dolores Egea García, Ana María Gallego, María Fuensanta Sarabia Contreras y Josefa Almela Fernández.

Desde que echara a andar, son dignos de mención grandes retos alcanzados por la Hermandad de Nuestra Señora de la Salceda y que van desde la adquisición de trono, estandarte y una variada panoplia de ornamentos de culto, la institución de la Ofrenda Floral a la Patrona en el marco de las fiestas anuales en su honor o el despliegue por los balcones de la localidad de paños policromados representando la actual imagen -tallada en 1941 por el célebre escultor murciano Juan González Moreno- hasta la creación de un cuerpo de costaleros (todos hombres y ataviados con uniforme compuesto por camisa blanca -con la efigie de la Virgen estampada a color en el lado del corazón-, pantalón de tono oscuro y zapatos negros) o el establecimiento de la distinción anual de Socio de Honor.

Parafraseando la conocida cita popular de que la fe mueve montañas, la Hermandad de la Salceda derrocha desde sus comienzos un espíritu tenaz, decidido y constante a la hora de preservar y propagar el amor de los torreños por su Patrona. Enhorabuena y a seguir adelante.

Juan José Ruiz Moñino

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